En este último evento han participado Psiquiatras y Neurólogos Infantiles con acreditada experiencia a nivel internacional en este trastorno. Durante el mismo, se actualizaron los aspectos terapéuticos de este trastorno, pero se hizo particular hincapié en los problemas asociados o comórbidos al mismo, así como la situación de los pacientes en la edad adulta.

El Dr. Alberto Fernández Jaén, abordó en formato taller, en sesión plenaria, el tema “Discapacidad intelectual y TDAH”. Puntualizó como la discapacidad intelectual (antes denominada retraso mental), particularmente en su forma más leve, se ha tipificado históricamente como un diagnóstico diferencial o a descartar ante la presencia de síntomas de inatención o hiperactividad. Recordó a los asistentes la necesidad de la evaluación neuropsicológica en los trastornos del neurodesarrollo.

Destacó igualmente la elevada frecuencia de este trastorno en pacientes con discapacidad intelectual, prevalencia que llega al 16% de los casos según el propio ponente recoge en sus publicaciones. “Debemos recordar de igual modo, el impacto que genera el déficit de atención en la propia ejecución de un test de inteligencia” afirma el doctor. Los pacientes con TDAH, puntúan 15-20 puntos menos en estos test por el propio problema atencional. En contrapartida, “un paciente con discapacidad intelectual leve, puede mostrar los síntomas cardinales del TDAH, sin tenerlo”.

El doctor concluyó con la necesidad de evaluaciones rigurosas en pacientes con trastornos del neurodesarrollo, para evitar el diagnóstico de lo que denominó “pseudo” TDAH.